Aquí una migajita más

Cuantos vericuetos y caminos intricados me han traído a esta noche.
Pareciera increíble, pero a pesar de que soy la  misma parezco muy diferente.
¿Qué tanto he cambiado?
Quizás no mucho, quizás completamente.

Los años han pasado sin tregua desde que comencé este blog y a pesar de escribir sólo una entrada de vez en cuando, he tejido un rastro casi imperceptible de quién fui.

Tengo tanto miedo de la catarata como lo tuve ayer, sabiendo que tarde o temprano llegaré a ella y entre más pasa el tiempo, lógicamente se acerca peligrosamente.
He pensado sin tregua en un plan para sobrevivirla y tantos años después sigue siendo sólo eso, un plan, de esos que uno tiene en la cabeza pero que aún no tiene elementos reales para sostenerse.

Quería hacer de este espacio un lugar de historias y de cuentos, después fue un lugar catártico. ¿Y ahora? Quién sabe qué será, pero quiero que siga vivo y a veces, pienso en hacerlo secreto.
Aunque luego medito y me acuerdo que realmente poco importa que sepan que es mío o no. Tampoco es que haya por ahí personas tratando de encontrarme. Bueno fuera!

Y con este post desabrido, sin sal ni pimienta, regreso desde muy lejos para dejar aquí un poco más de mí y releerlo en algún tiempo, como si fuera un tracking o la migajita de Gretel.

Gretel la que tiraba pan, no la lista que se comió las perdices! Parece que sólo a mi me hace gracia ese cuento ;)

Aquí el post de 2011. Un 2011 al que le queda muy poco por delante y que se cierra con una calificación positiva, eso si, medio ajetreado pero lleno de cosas buenas.

La bruja mexicana.