Tras el vacío que deja tu muerte y tu traición, he decidido buscar por el mundo a ese amor o a ese amigo que llene el vacío de soledad que tu me dejaste.
A la primero persona, a quien me de ese cuidado, a quien me brinde sus brazos, a quien esté deseoso de verme, a aquel que busco con desesperada inquietud, le daré todos mis regalos. La fuerza ferrea que me caracteriza, la lealtad por la que soy capaz de morir, la vida misma para cuidarle, para llenarlo de amor, consuelo, paz y alegría.
A quien no me decepcione, a quien ame mi locura, a quien me tienda la mano y me busque para estar juntos. No quiero tus migajas, no quiero tus abandonos ni tus habladurías, empezaré de cero y Dios quiera lo encuentre pronto, mientras me quede fuerza, mientras me queda vida en el alma.
No puedo sacar este dolor que no me deja vivir sin ayuda y como nunca he logrado pedirla, sólo espero que alguien me regale esa esperanza de recuperar mi felicidad y mi sonrisa. No dejo solo a quien confía en mi, no dejo solo a quien me necesita. Doy tanto amor como recibo, daré tanto como tengo.
Y aunque sé que lo he encontrado y que está tan lejos de mi como yo de sus sueños, tal vez exista alguien más, alla afuera, que además de ti y de mi sueño encarnado esté dispuesto a darme tanto como yo a él.
Me largo con cualquiera que se parezca a ti...
