domingo, diciembre 09, 2007

Un disparo de nieve


Cada noche la soledad empeora, sin refugio en donde guarecer, mi barco hace aguas cada vez más profundas. Seis años de mi vida, seis años de amor, de lealtad y hoy tan sólo tengo cenizas, profundas huellas y heridas que no cicatrizan por más ungüentos que les pongo.
.
A veces odio todo a mi alrededor, a veces ni siquiera puedo levantarme de la cama, a veces como hoy estoy tan sola que quisiera hacerte tanto daño como me has hecho tu. Maldito amor que nos pone en estas circunstancias, malditos sentimientos que me encierran en este desastre, la vida sólo se perfila como obscuros y espinosos días que sobrellevo duramente y sin esperanza.
.
Te odio, hoy te odio más de lo que te amo, ojalá algo te borrara de mi corazón para siempre, ¿donde venden los disparos de nieve? No deseo nada más que olvidarte, te voy a conceder el mejor deseo que puedo, ojalá que mi odio no te alcance y la vida te sea feliz, lejos, muy lejos, tan lejos que mi dolor y mi rencor no te toquen. En el últimos vestigio de lucidez, deseo que la vida nunca me de una oportunidad de regresar todo el daño que me hiciste.
.
Cobarde corazón que nunca lucho por un amor que ha resistido seis años de duro embate, maldito el día que me enamore de ti, maldito el día que transforme mi vida por ti, malditas cada una de mis lágrimas por ti.
.
Ojalá te me borraras para siempre de la mente. Ojalá ese hombre que espera por un amor sin condiciones, un amor desinteresado, un amor eterno, limpio, loco, desbordante, ojalá ese hombre apareciera de pronto y me reconociera.

No hay comentarios.: